miércoles, 4 de abril de 2012

Sufre un ataque al corazon tras comerse una hamburguesa "Triple Bypass"

Era de cajón. Y pudo ser de pino de madera: si pides una hamburguesa que se llama “Triple Bypass” en un restaurante de nombre La Parrilla del Ataque al Corazón (Heart Attack Grill), lo mínimo que te puede pasar es que te dé un infarto de miocardio. Eso es lo que le sucedió a un cliente del local que la cadena tiene en Las Vegas. El hombre, de unos 40 años, estaba dando cuenta del gigantesco emparedado cuando empezó a temblar y a sudar copiosamente, según relató una espantada camarera, apodada “Enfermera Bridgett”.

El propietario de la hamburguesería, John Basso, llamó a urgencias y una ambulancia logró salvar in extremis la vida del hombre. Entre tanto, relata el propio Basso, muchos de los comensales empezaron a tomar fotos y vídeos del infartado, pensando que se trataba de un actor contratado para añadir dramatismo al restaurante. Al fin y al cabo, ¡esto es Las Vegas!

La cadena de hamburgueserías Heart Attack es originaria de Arizona y surge como reivindicación de la comida grasienta y “genuinamente americana” frente a la moda de la comida sana. Jon Basso, su fundador, trabajó como nutricionista en una cadena de centros de pérdida de peso hasta que se le hincharon las gónadas y decidió pasarse al Lado Oscuro. El eslogan del restaurante es “Un sabor por el que vale la pena morir”.

En los anuncios del restaurante, del que ya hablamos hace un año en este mismo blog, se hace mofa de los consejos médicos para una dieta saludable y se garantiza una “progresiva ganancia de peso” gracias al “régimen especial” a base de dobles, triples e incluso cuádruples bypass. Los clientes que pesan más de 160 kilos comen gratis.

Para añadir morbo a la parodia, las camareras del local van ataviadas como enfermeras y toman el pulso de los clientes antes de servirle sus hipercalóricas comandas.

La tragedia ya golpeó a la franquicia el pasado mes de marzo, cuando el gigantesco portavoz de Heart Attack Grill, Blair River y sus casi 300 kilos de peso, falleció por culpa de una neumonía. Las hamburguesas no tuvieron que ver en aquella ocasión pero dudosamente ayudaron.

1 comentarios:

A las 4 de abril de 2012, 12:52 , Blogger noveldaytantos ha dicho...

Casi parece más lógico que esas hamburguesas se coman al cliente que no al revés. Dan miedo vistas así de cerca.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio