lunes, 28 de marzo de 2011

"No puedo ir a trabajar, un cocodrilo me ha mordido en el brazo"

Scott Brand , profesor de Educación Física, estaba en Zimbabwe de vacaciones, y tras tomar unas cervezas con sus amigos decidieron practicar lucha libre con cocodrilos. El resultado fue una mordedura en su brazo izquierdo que le impidió incorporarse al trabajo tras volver a su casa del Reino Unido. ¿Qué cara se le quedaría a su jefe cuando contestó al teléfono y Scott le dijo "No puedo ir a trabajar, me ha mordido un cocodrilo"?

Scott Brand, un profesor de Educación Física de 21 años de edad, llamó a su centro de trabajo Cumnor House School en Hayworsth Heath (Inglaterra) para decir que necesitaba unos días de descanso, el motivo...."No puedo ir a trabajar, me ha mordido un cocodrilo".

Según contó el propio Scott, el incidente sucedió mientras se encontraba de vacaciones durante el mes de enero en Zimbabwue, su lugar de origen. Una tarde, Scott y sus amigos estuvieron bebiendo cerveza , y quizás fue alguna caña de más lo que hizo que por sus cabezas pasara la idea de practicar "crocodile wrestling", lo que viene a ser una especie de lucha libre entre el hombre y el animal.

Así que la pandilla de amigos se metió en el Lago Kariba montados en un barco, desde allí saltaban para practicar esta curiosa actividad. Scott vió un cocodrilo de algo más de 120 centímetros y decidió pelear con él. "Ví el cocodrilo, entré en el juego y lo agarré" contaba el joven. Pero visto lo visto el juego no le salió nada bien, pues el depredador le mordió en el brazo izquierdo. "Sangraba mucho, volví a tierra, me eché vodka y me vendé la herida", a lo que añadió "para ser honesto me acababa de tomar otra cerveza", con lo que Scott parecía reconocer el error de su aventura en declaraciones al Daily Mail.

Pero su herida no había sido curada debidamente y su brazo estaba hinchado e infectado, por lo que al llegar al Reino Unido acudió a urgencias en el Hospital Reina Victoria dónde recibió el tratamiento necesario.

El maestro que además juega en el Uckfield Rugby Club tuvo que perderse tres partidos. Tanto en la escuela como en el equipo de rugby todos se sorprendieron mucho con la noticia, nadie podía creer que le hubiera mordido un cocodrilo. Gracias a esta historia, Scott se ha ganado el apodo de "cebo de cocodrilo" o "Mick Dundee" en su entorno más cercano.

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