jueves, 25 de febrero de 2010

Sexo y corrupción desata un nuevo escándalo en el gobierno italiano

La investigación, que involucra al jefe de la Protección Civil Guido Bertolaso, detalla cómo altos funcionarios de esta institución gubernamental inflaron los costos con relación al proyecto inicial para "drenar dinero de las cajas del Estado y repartirse el pastel de las obras públicas".

El dossier, reseñado hoy por el diario milanés Corriere della Sera, recoge extractos de escuchas telefónicas en las que se justifican estos aumentos fraudulentos, en los que al parecer mediaron favores sexuales a cambio de beneficios en las obras del G-8, celebrada finalmente en L'Aquila tras el seísmo de abril de 2009.

En su informe, el juez Rosario Lupo recoge una conversación sostenida el 4 de septiembre de 2008 entre Susanna Gara, funcionaria del Ministerio de Infraestructuras, y el ingeniero Fabio De Santis, uno de los cuatro detenidos por este escándalo bajo el cargo de abuso de autoridad y corrupción.

Durante la plática, De Santis le comenta a Gara su intención de depositar 100 millones de euros más en una cuenta a Bertolaso, quien en declaraciones realizadas recientemente afirmó desconocer los hechos.

En otra conversación del 1 de agosto de 2008 se puede escuchar cómo el arquitecto Marco Casamonti, quien dio origen a toda la investigación, habla explícitamente de la forma en que puede incrementar el importe total de las obras confiadas al empresario Valerio Carducci.

Más adelante el juez Lupo explica que el 7 de septiembre de 2008 Casamonti, hablando con su propio padre, se jacta de haber incrementado en 70 millones de euros el costo de la obra proyectada para Carducci en La Magdalena, y añade que por este proyecto le darán dos millones de euros por honorarios.

Por las conversaciones -precisa el documento del Tribunal de Florencia- se pudo conocer que Angelo Balducci, el segundo en la Protección Civil y coordinador de las obras en La Maddalena, gestionaba las contrataciones para evitar posibles denuncias de los agricultores descontentos.

El sexo

"Diego, prepárame a Francesca, que le voy a dar un repaso". Es la frase de la última escandalera sexual y de corrupción que retumba en Italia y que, según escuchas telefónicas, pronunció el jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso, uno de los asesores del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi.

Los italianos siguen impávidos el incesante culebrón de episodios sexuales que salpican a la clase política italiana. Ahora Bertolaso es investigado por recibir supuestamente «favores sexuales» a cambio de hacer concesiones de las obras públicas para la organización de la cumbre del G-8.

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